lunes, 31 de mayo de 2010

EL HOMBRE QUE ME AME

El hombre que me ame
deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
encontrar la profundidad de mis ojos
y conocer lo que anida en mí,
la golondrina transparente de la ternura.

El hombre que me ame
podrá encontrar en mí
la hamaca donde descansar
el pesado fardo de sus preocupaciones,
la amiga con quien compartir sus íntimos secretos,
el lago donde flotar
sin miedo de que el ancla del compromiso
le impida volar cuando se le ocurra ser pájaro.

Por sobre todas las cosas,
el hombre que me ame
deberá amar al pueblo
no como una abstracta palabra
sacada de la manga,
sino como algo real, concreto,
ante quien rendir homenaje con acciones
y dar la vida si es necesario.

El amor de mi hombre
no querrá rotularme y etiquetarme,
me dará aire, espacio,
alimento para crecer y ser mejor,
como una Revolución
que hace de cada día
el comienzo de una nueva victoria.

-Gioconda Belli-
(Fragmentos)

miércoles, 26 de mayo de 2010

PEQUEÑAS LECCIONES DE EROTISMO


 I
Recorrer un cuerpo en su extensión de vela
Es dar la vuelta al mundo
Atravesar sin brújula la rosa de los vientos
Islas golfos penínsulas diques de aguas embravecidas
No es tarea fácil - si placentera -
No creas hacerlo en un día o noche de sábanas explayadas
Hay secretos en los poros para llenar muchas lunas

II

El cuerpo es carta astral en lenguaje cifrado
Encuentras un astro y quizá deberás empezar
Corregir el rumbo cuando nube huracán o aullido
profundo
Te pongan estremecimientos
Cuenco de la mano que no sospechaste

III

Repasa muchas veces una extensión
Encuentra el lago de los nenúfares
Acaricia con tu ancla el centro del lirio
Sumérgete ahógate distiéndete
No te niegues el olor la sal el azúcar
Los vientos profundos cúmulos nimbus de los pulmones
Niebla en el cerebro
Temblor de las piernas
Maremoto adormecido de los besos

IV

Instálate en el humus sin miedo al desgaste sin prisa
No quieras alcanzar la cima
Retrasa la puerta del paraíso
Acuna tu ángel caído revuélvele la espesa cabellera con la
Espada de fuego usurpada
Muerde la manzana

V

Huele
Duele
Intercambia miradas saliva imprégnate
Da vueltas imprime sollozos piel que se escurre
Pie hallazgo al final de la pierna
Persíguelo busca secreto del paso forma del talón
Arco del andar bahías formando arqueado caminar
Gústalos

VI

Escucha caracola del oído
Como gime la humedad
Lóbulo que se acerca al labio sonido de la respiración
Poros que se alzan formando diminutas montañas
Sensación estremecida de piel insurrecta al tacto
Suave puente nuca desciende al mar pecho
Marea del corazón susúrrale
Encuentra la gruta del agua

VII

Traspasa la tierra del fuego la buena esperanza
navega loco en la juntura de los océanos
Cruza las algas ármate de corales ulula gime
Emerge con la rama de olivo llora socavando ternuras ocultas
Desnuda miradas de asombro
Despeña el sextante desde lo alto de la pestaña
Arquea las cejas abre ventanas de la nariz

VIII

Aspira suspira
Muérete un poco
Dulce lentamente muérete
Agoniza contra la pupila extiende el goce
Dobla el mástil hincha las velas
Navega dobla hacia Venus
estrella de la mañana
- el mar como un vasto cristal azogado -
duérmete náufrago.

-Gioconda Belli-

miércoles, 12 de mayo de 2010

INSTANTES FUERA DEL TIEMPO

Una fracción de segundos…
donde el tiempo y la historia se detienen ahogados en gemido...
palabras indescifrables que ruedan entre estas sábanas de mar.
Cada arruga es una ola y cada susurro es la espuma que da en la orilla...
besos de sal, caricias de viento.
Quimeras y alquimia  de la nada y el todo...
la voz trepando el sonido de idiomas indefinidos...
Y este aroma a vainilla flotando entre los cuerpos.
Mar y esencias...
tempestad y calma ...
-Amancay-              

viernes, 7 de mayo de 2010

miércoles, 5 de mayo de 2010

EL BESO

Aprovechemos un poco esta ocasión, que se nos ofrece para hablarnos dulcemente....sin vernos....
Si es encantador apenas nos adivinamos, veis la negrura de una gran capa que se arrastra; yo percibo la blancura, de un vestido de verano.
Y no soy más que sombra; vos una claridad.
Por mi ignoráis lo que son estos minutos, si es que algunas veces soy elocuente.
Pues por algún ímpetu, si mi corazón siempre se cubre por pudor con mi ingenio.
Voy a descolgar una estrella y me detengo, por miedo al ridículo a recoger una florecilla.'

Cuanto más tomas de mi corazón más tengo.
Puesto que alguno necesito para sufrir,  si guardas mi corazón, envíame el tuyo.
Creed que mi corazón es sólo un grito, y si los besos se enviasen por escrito, leerías señora mía, mis cartas con los labios.

De un beso !palabra dulce!, no comprendo por que labios no se atreven, si la palabra los quema, ¿que seria el beso? de ello os asustáis.
Ya habéis pasado sin sentirlo apenas de la chanza al suspiro, y del suspiro a las lágrimas

Avanzad un poco más; casi de una manera invisible .
De las lágrimas al beso, no hay más que un escalofrío.....
¿Pero que es un beso, al fin y al cabo?, un juramento hecho un poco más de cerca, una promesa más rotunda, una confesión que se quiere confirmar. Un secreto a la boca en lugar de decirlo al oído. Un instante del tiempo infinito que produce el rumor de una abeja, una comunión con gusto de flor, una forma de tomarse el respiro del corazón y degustarse un poco el alma en los bordes de los labios.

-Cyrano de Bergerac-

lunes, 3 de mayo de 2010

EN BLANCO Y NEGRO

Lo sabíamos ambos,
por eso era superfluo repetirlo
-también eso sabíamos-,
aunque a veces la noche se encarnizara en darnos
las palabras más bellas, por si acaso crecían.
Esas veces que faltaba un mal minuto
para que hubiese chispas rodando por el suelo,
y había que apartar los ojos, y amarrarse
los lazos casi sueltos de la triste cordura.

Porque también sabíamos que era cosa de locos,
desvarío extremado (aunque, sí, delicioso)
y que era necesario extirparlo de golpe,
o sacarle los ojos, o cortarle las manos,
para que no saliese a la luz y mostrase
su inocencia perfecta,
que no iba a entender nadie.

-Josefa Parra-

domingo, 2 de mayo de 2010

MI CUERPO

Es mi cuerpo la ávida memoria de otro cuerpo.

La certeza del deseo,
la habitación de los roces,
la gravitación del delirio.

Con mi cuerpo llego a otro cuerpo,
a través de abismales inconstancias,
en un juego de mínimas avenencias
y de impredecibles entregas.

Llego a otro cuerpo
con la persistencia ritual de la muerte
y la tenaz amenaza de la vida.

Llego a otro cuerpo para conocer a dios,
para tener memoria de la oscuridad,
y constancia de la luz.

Y mi cuerpo es sustancia de aquél.

Aquél en el que mi cuerpo navega,
bucea,
ara,
siembra su no destino,
su inteligible palabra.

Es un mar mi cuerpo,
una pequeña flor de sal,
un molusco,
lechoso, viscoso, jugoso.

Es un río.


(fragmento)

-Carola Brantome-
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